Bases para el análisis de mi práctica educativa en contexto
- j eoi
- 23 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 9 abr 2020
Observar, analizar y reflexionar sobre nuestra práctica educativa puede resultarnos en ocasiones complicado: falta de tiempo, rutinas, desmotivación, ausencia de referentes...

Sin embargo, cualquier proyecto educativo, como eTwinning, que busque la mejora e innovación de los procesos y fines debe pasar por el análisis previo de nuestra práctica docente.
Esto nos permitirá la detección y la toma de conciencia de los puntos sobre los que queremos incidir y diseñar y planificar una estrategia de mejora para realizar futuras acciones.
Explorar y descubrir cosas que queremos mejorar debe de ser así uno de los objetivos estables y una competencia básica en la carrera docente. Replantearse todo e innovar hacia la mejora.

¿Por dónde empezar?
Primero de todo, definir el marco de nuestra acción educativa -y qué elementos forman parte de ella- podría facilitar después saber qué observar y sobre qué reflexionar y actuar de manera fundamentada.
Desde nuestro planteamiento, la práctica educativa tiene un sentido amplio -más allá de la sola ejecución práctica docente- donde queremos considerar además a sus agentes, sus objetivos, creencias y percepciones en contexto.
Comprendemos por esto nuestra práctica educativa como una praxis social, objetiva e intencional en la que intervienen los significados, las percepciones y las acciones de los principales agentes implicados en el proceso de enseñanza y aprendizaje, (Fierro, Fortuol y Rosas, 2000, p. 21), estando éstos determinados por su contexto.

Así, cualquier análisis que realizáramos de nuestra práctica para su mejora debería considerar en principio estos elementos.
¿Cómo analizar nuestra práctica educativa?
En el análisis de la práctica educativa partimos de una metodología centrada en el aprendizaje reflexivo (Esteve, 2004, p.17), dentro de los parámetros de la investigación-acción. De esta manera, en este análisis partimos de nuestra propia experiencia, añadiendo contenidos teóricos vinculados a las necesidades que nos surjan en la práctica-observación, para poder construir conocimiento nuevo y competencias nuevas.
Iniciamos así un ciclo reflexivo en el ámbito (aquí) de nuestra formación docente (curso Proyecta eTwinning), que debería integrarse de forma sistemática y continuada al ejercicio profesional del docente (Esteve et a., 2006), como una competencia de base.
Nos adentramos, de esta manera, en un ciclo que sigue el Modelo alaCT de Korthagen (2001) para lograr la integración de investigación, práctica y teoría a partir de la propia observación y de la reflexión:

1. Acción o experiencia
2. Volver y observar la acción
3. Tomar conciencia e identificar los aspectos importantes de la propia actuación
4. Crear vías alternativas para actuar
5. Comprobar su eficacia en una nueva acción
Fig.1: Modelo alaCT de Korthagen (2001)
Este modelo ha sido desarrollado por las autoras Esteve (2004, 2011) y Novillo (2015), sirviendo este último como mapa para nuestro ciclo reflexivo:

Fig.2. Novillo, Paula. (2016, p.777). La práctica reflexiva: dos perspectivas de un mismo modelo formativo.
Primeras reflexiones sobre mi práctica educativa
Para realizar unas primeras reflexiones sobre nuestra práctica educativa, nos interesaremos ahora por:
3 aspectos de mi práctica educativa diaria que me gustaría mejorar
2 obstáculos que me encuentro en mi práctica educativa.
1 aspecto de mi práctica educativa que me gusta y me convence.
(Ver abajo)

El análisis se basará en nuestro conocimiento perceptual (Esteve, 2006, p.10), equivalente a la conceptualización que realizamos a partir de la reflexión sobre nuestras experiencias, y que progresivamente se irá contrastando con el saber teórico más elaborado.
Posteriormente, deberíamos perfilar los aspectos sobre los que actuaremos y la estrategia de mejora, posibilitando así también el diseño de proyectos como eTwinning

Bibliografía de referencia
Esteve, O. (2004): “Nuevas perspectivas en la formación de profesorado de lenguas. Hacia un aprendizaje reflexivo o aprender a través de la práctica”. Actas de l’ Erste Tagung zur Didaktik für Spanisch und Deutsch als Fremdsprache. Bremen: Instituto Cervantes.
Esteve, O., Ràfols, J., y Busquets, O. (2006): “La pràctica reflexiva: una modalitat de formació del professorat”. Guix. Elements d’Acció Educativa, 323, 11-15. Recuperado de http://www.xtec.cat/~ilopez15/materials/practicareflexiva/lapracticareflexiva.pdf
Esteve, O. (2011): “Desarrollando la mirada investigadora en el aula. La práctica reflexiva: herramienta para el desarrollo profesional como docente”. En U. Ruiz Bikandi (coord.), Lengua castellana y literatura, investigación, innovación y buenas prácticas. Barcelona: Graó, pp. 29-47.
Fierro, Fortuol y Rosas (2000). Transformando la práctica docente, una propuesta basada en la investigación acción. Maestros y Enseñanza. México: Paidós.
Novillo, Paula. (2016). La práctica reflexiva: dos perspectivas de un mismo modelo formativo.
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